Disfrutar del placer de apreciar un buen vino es una experiencia fantástica. Sin embargo, pueden surgir algunas dudas durante la degustación.
Uno de los errores más comunes es juzgar un vino por su etiqueta o precio. La creencia de que un vino más costoso es automáticamente mejor puede llevar a decisiones equivocadas. La calidad del vino no siempre está relacionada con su precio, y es esencial explorar diferentes opciones y aprender a apreciar las características únicas de cada vino sin prejuicios.
¡Observa los errores comunes!
1 – Juzgar el vino por su cierre
El tapón de corcho sólido es, sin duda, el cierre preferido de muchas personas. Por eso, algunas personas miran con desconfianza los tapones de rosca (screw cap), sintéticos y de vidrio (vinolok), en la preferencia popular.
Si el corcho tiene toda su tradición y encanto como aliado, apuesta por el cierre de rosca, que es una tendencia mundial y aporta modernidad y practicidad. No necesitas un sacacorchos para la playa o la piscina, por ejemplo. Por otro lado, el vinolok tiene un encanto único y permite reutilizar la botella después.
2 – Servir vinos a temperaturas diferentes a las indicadas
Para algunas personas, la temperatura del vino puede pasar desapercibida como un detalle, pero en realidad este aspecto es de suma importancia y hace mucha diferencia en tu experiencia.
Una de las creencias más difundidas es que el vino debe degustarse a temperatura ambiente. Sin embargo, los estudios que respaldan esta práctica se refieren a lugares con temperaturas frescas o frías, donde 15 o 16°C son comunes.
En lo que respecta a los aromas, si el vino está demasiado frío, por ejemplo, entre 9 y 10°C, tienden a ser más difíciles de percibir. Por otro lado, si se encuentra a una temperatura alta, como 25°C, el alcohol predominará.
Además, cuanto más baja sea la temperatura del vino, más se destacarán sus taninos y su amargura. Consulta la temperatura ideal para cada tipo de vino.
3 – Llenar demasiado la copa
Es importante prestar atención a la cantidad de vino que se sirve. Lo ideal es llenar aproximadamente un tercio de la copa. Si se sirve demasiado, existe la tendencia de que el vino se caliente incluso antes de que la persona termine de degustar todo el volumen. En este caso, incluso podría haber desperdicio.
Como regla general, nunca es bueno servir más de la mitad de la copa para que la persona pueda disfrutar al máximo de ese volumen de vino a la temperatura recomendada.
4 – Almacenar inadecuadamente
Puedes guardar vinos y espumosos en una WineBox (que es un entorno oscuro) o en armarios. Busca un lugar sin luz directa. Es muy importante no dejarlos en lugares que estén expuestos a fuentes de calor, como la cocina, el balcón o cerca de ventanas. El lugar debe ser el más fresco de la vivienda.
La temperatura promedio considerada ideal para la conservación del vino es de 13°C, con una variación máxima de 2°C al año. Cuanto más calor reciba el vino, mayor será la velocidad de las reacciones químicas, lo que acelerará el envejecimiento de la botella. Esto significa que el vino se estropeará en un período más corto.
Para evitar que el corcho se seque y cause pérdidas de vino, mantén un nivel de humedad relativa del 65% al 70%. Una humedad baja puede resecar el corcho, mientras que un exceso de humedad puede propiciar el crecimiento de moho.
El lugar donde se almacene el vino debe estar libre de vibraciones (pequeños temblores). Si lo deseas, también puedes optar por comprar una bodega portátil.
5 – Aferrarse a un solo vino, una línea o un estilo
El mundo del vino cobra sentido cuando se le llama universo, ya que es prácticamente imposible, en una sola vida, degustar todos los tipos de uvas, terroirs, métodos de vinificación, envejecimiento y otros aspectos.
Por lo tanto, siempre permítete descubrir algo nuevo y aquí cabe un cliché: cada botella vacía abierta es una fuente inagotable de conocimiento. Amplía tus oportunidades y, quién sabe, también tu paladar personal.