Cuando pensamos en vino, nos viene a la mente una hermosa botella de la bebida, ¿verdad? Bueno, ¡no siempre! Prácticos y accesibles, los bag-in-box han llamado la atención en los últimos meses a medida que el mercado brasileño gana impulso.
El concepto de packaging, creado en 1965, no es nuevo, pero se ha convertido en tendencia en los últimos meses con varias ventajas, tanto para los productores de vino como para quienes consumen la bebida.
Según las cifras de la investigación realizada por Ideal Consulting, solo en 2019, la categoría bag-in-box, con respecto a los vinos finos brasileños e importados, totalizó 1,5 millones de litros.
El monto representa el 1,1% del total de vinos finos vendidos en todo Brasil.
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Cómo surgió los vinos en caja
El creador del bag-in-box fue el enólogo Thomas Angove, quien desarrolló la primera versión del paquete el 20 de abril de 1965, cuando insertó vejigas de polietileno de 4,5 litros en cajas de corrugación para la venta al por menor.
En el diseño original, era necesario que el consumidor de bebidas cortara la esquina de la bolsa para liberar el vino. Unos años más tarde, en 1967, el inventor australiano Charles Malpas patentó un grifo de plástico, con aire firme, soldado a una vejiga metalizada, facilitando que el bag-in-box consumiera la bebida.
Cómo funciona la bolsa en caja
Dentro de la caja exterior, se coloca la caja, una bolsa de plástico llena con la bebida. La caja generalmente se produce en una caja de cartón corrugado y estable. Mientras tanto, la bolsa se conecta a un grifo para liberar el vino en la cantidad que determine el consumidor.
Los bag-in-box se venden habitualmente en capacidades de 3 y 5 litros, equivalentes a 4 a 6 botellas de vino. Es posible encontrar vinos brasileños, de Portugal, Italia, Nueva Zelanda, entre otros, que utilizan el empaque.
Entre los países destacan Nueva Zelanda, Chile y Reino Unido por la gran popularidad del bag-in-box en las regiones.
En cuanto a producción y exportación, Francia, Italia, Sudáfrica, Australia y Alemania se han consolidado como los mayores exportadores de vinos bag-in-box.
Es importante recordar que el packaging ha ganado espacio en el mercado del vino, pero es posible utilizarlo para cualquier tipo de bebida y tener las ventajas observadas en el bag-in-box. A partir de los años 70, el concepto de packaging ganó mercados distintos al vino, incluyendo agua, zumos y frigoríficos.
Ventajas del bag-in-box
¿Todavía tienes dudas sobre los motivos que han llevado al packaging a enamorarse de los amantes del vino? Aquí reunimos las principales ventajas del bag-in-box, tanto para los productores y distribuidores de bebidas como para quienes la consumen.
Ventajas del bag-in-box:
- Bajos costos logísticos para empresas;
- Facilidad de transporte, una ventaja tanto para los distribuidores de bebidas como para los consumidores;
- No se rompe;
- Casi un 40% de ahorro de peso en comparación con las botellas de vidrio;
- Facilidad de apilamiento para la gestión de stock, en el caso de empresas productoras y / o distribuidoras;
- Fácil de abrir, sin necesidad de accesorios como sacacorchos;
- Debido a que está envasado al vacío, el vino se conserva bien. La bolsa interior de las cajas protege la bebida de la incidencia de la luz, manteniendo la calidad del vino hasta 6 semanas después de la apertura;
- El embalaje se puede producir a partir de material reciclado, lo que favorece el medio ambiente;
- Son especialmente útiles en picnics, playa y fiestas al aire libre;
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Los vinos en bag-in-box se venden a precios 40% más bajos que el promedio en botella, debido al menor costo de producción y distribución de los productores.