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Comida japonesa con vino: vea maridajes inusuales y sabrosos

A pesar de ser la bebida más tradicional de la cocina japonesa, el sake no es el único que acompaña al sushi, sashimi, tempura, gohan y otros platos. Los vinos también armonizan de forma sorprendente con los sabores de Oriente. 

El vino y la comida japonesa tienen una similitud, por eso funcionan tan bien juntos: para que la experiencia sensorial sea perfecta, tanto la bebida como los platos se someten a una cuidada preparación que extrae el mejor resultado de cada uno.

Comida japonesa con vino: usa la creatividad

Algunos ingredientes pueden complicar el maridaje, pero con un poco de atrevimiento, tu almuerzo o cena alcanzará otro nivel. 

Debido a que tiene un aroma y un sabor muy fuertes, el jengibre a menudo se considera un verdadero enemigo del vino. Supere este prejuicio combinando la raíz con vinos de la uva italiana Gewürztraminer, que son aromáticos especiados, ideales para comidas picantes. 

Los platos elaborados con salsa de soja tienen un alto contenido en sal. Para hacer un contrapunto, dé preferencia a los vinos con alta acidez, con un buen Merlot o Cabernet Sauvignon.

El wasabi, por otro lado, requiere bebidas endulzadas con menor contenido de alcohol, ya que la raíz aumenta la sensación de alcohol en la boca. En ese caso, opta por Apothic Rosé. 

Pescado pedir vinos ligeros

Un maridaje perfecto que también funciona para los días en los que se quiere disfrutar de la comida japonesa es: platos ligeros armonizan con vinos ligeros. Y la base de muchos platos orientales es el arroz y el pescado, ingredientes que se consideran ligeros. 

Los vinos blancos y los espumosos son una pareja infalible en este caso. La acidez resalta el sabor a pescado que contrarresta la dulzura del arroz japonés, que es ligeramente dulce.

Sushi y temakis que toman la armonizan alga nori con vinos de estructura más aromática alta acidez y, como el Dark Horse Pinot Grigio sushi tradicional y sashimi, especialmente aquellas hechas con salmón, van bien con blanco o rosado brut espumoso vinos, o con una Prosecco italiano. 

El vino rosado también es una buena opción para la comida. Pescados con carnes más oscuras y densas, como el atún, se combinan con el vino rosado por su estructura y frescura.

Cualquiera que quiera un vino tinto puede apostar por Pinot Noir. De cuerpo ligero y acidez pronunciada, se adereza con sushi, sashimi e incluso setas. Elige una etiqueta sin pasar por barriles de madera, que es más fresca y afrutada.

Para la carne, opta por lo clásico

El maridaje más habitual para las carnes rojas es con vino tinto. Sin embargo, para acertar la combinación, es necesario tener en cuenta la forma en que se prepara la carne y las especias que recibe, que son fundamentales para el sabor de los platos típicos. 

Los guisos tradicionales como el Sukiyaki, Nikujaga y Shabu-shabu se disfrutan mejor con vinos ácidos con buen cuerpo para combinar con la textura de las carnes, como las etiquetas italianas. 

Cualquiera que vaya a degustar carnes exóticas, como el disputado wagyu, puede maridarlo con un tinto 100% Shiraz. Mejor aún si el vino ha sido envejecido en barrica de roble, ya que será estructurado y carnoso, con taninos finos, acidez vibrante y una larga persistencia en boca.

Otra opción es Burdeos, con su alto potencial de conservación, elegancia y complejidad. 

Confira também: Armonización de queso y vino

La carne de pollo también está presente en la cocina japonesa. ¿Quién puede resistirse al pollo teriyaki o al Yakitori, las brochetas a la parrilla? El maridaje adecuado con tintos se basa en uvas Tempranillo españolas de baja complejidad, pero con blanco Riesling, que es más aromático, la combinación también será acertada. 

Comida y vino japoneses

El menú japonés es extenso y va mucho más allá de la carne y el pescado, y todas las opciones se pueden disfrutar con un delicioso vino. Mira algunas armonías más:

  • Alimentos fritos (Tempura, Korokke y Karaage): pida vinos ligeros con buena acidez, como los refrescantes espumosos españoles y el Chardonnay blanco.
  • A la parrilla (Gyoza, Robatayaki y Missoyaki): armonizan con vinos blancos con cuerpo, como Chardonnay, o con vino rosado.
  • Caldos y Pastas (Yakisoba, Lamen y Misoshiro): con los platos más pesados, mostrador con Pinot Noir; los más ligeros piden vinos más destacados, como un Malbec.
  • Moluscos y crustáceos (pulpos, ostras y camarones): evita los rojos en este caso. Combínalos con ejemplos blancos de Pinot Grigio, Riesling, Sauvignon Blanc o incluso el Vinho Verde. 
  • Hongos (Shitake y Shimeji): los hongos oscuros piden tintos más prominentes, como Chianti o Carmènére; los más claros combinan con tintos claros, como Pinot Noir, y vinos blancos.

Aquí tenemos muchas combinaciones posibles para explorar el menú y la bodega. Entonces, la próxima vez que escuche que la comida y el vino japoneses no van de la mano, ¡no esté de acuerdo y disfrute de esta experiencia enogastronómica!

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